Me gustaría que conocieses más canciones de Jarabe de Palo.
Que entendieses a Waor. Que escuchases Marea y menos música de hedionda discoteca.
Te juraría sobre el atractivo
pecado capital de la lujuria, que me pierde ver cuando te enrollas con la botella de cerveza cualquier inmoral sábado de excesos.
Me gustaría que me gritases cada vez que sientes el sutil aroma
a nicotina que desprenden mis papilas fungiformes. Me gustaría que me dieses
besos que pudiesen imitar a los aviones de papel. Que pudiesen hacer volar.
Mas la cruda subjetividad me
encierra en una execrable tormenta mental y un desierto de pensamientos en
donde me empiezan a cansar los largos tragos de más de 45 °C y los besos cortos de
menos de 10 s.
¿Cuándo llegará el momento en el que exista un bipartidismo
entre cabeza y corazón? Que la anarquía no me llena tanto, que al final acabo
roto, que las resacas me matan, el sexo me agota y todavía no me ha quedado
claro que los aviones de papel si se mojan se estrellan.
Y es que no podemos negarlo,
no podemos negar que ya no nos queremos, al igual que no puedo negarte que
podría regalarte mil dilemas por cada dos de tus problemas, pues hay cosas que
simplemente pasan y otras que realmente pesan. Ya podrías conocer más canciones de Jarabe de Palo, ya podrías entender a Waor, escuchar Marea...